Hace unas semanas un titular publicado en El mundo llamó mi atención ¿No le funciona el coaching? pruebe con el counselling. Así que rápidamente me dispuse a leer a ver si me encontraba con algo distinto para variar.
Llamadme desconfiada, pero hace tiempo que abandoné la idea de leer artículos sobre coaching en los grandes medios de comunicación sin sentirme defraudada.
En este caso faltaría a la verdad si utilizo la palabra defraudada, me sentí de mano, un poco perdida y luego un pelín mosqueada. Después de terminar tuve la sensación de encontrarme en tierra de nadie. Porque una de dos, o estamos ante un mero problema lingüístico, que responde a una necesidad comercial de etiquetar a profesionales o servicios o realmente ya no sé si lo que hago es coaching, counselling o cómo demonios llamar a la relación de ayuda que establezco con mis clientes.
Quizás esté perdiendo el tiempo aquí escribiendo esto cuando podría estar buscando un nombre comercial a lo que hago antes de que otros miles de coaches (creo que muchos coincidirán con esta opinión) se me adelanten.
Quizás sea que el life coaching o coaching emocional, en términos de marketing se estén quedando atrás y yo aquí a lo mío, sin enterarme de que alguien en algún sitio está decidiendo y etiquetando qué es una relación de ayuda centrada en el verdadero crecimiento personal y cómo ha de ser nombrada.
Para empezar hubiese estado bien que ya que el artículo hablaba de coaching y counselling la periodista que lo escribió se hubiese servido de la opinión tanto de un coach como de un counsellor. No ha sido así, quienes han sido preguntados y quienes por tanto han aportado luz a la autora del artículo con su opinión y experiencia fueron; la Consellor Rosa Guirado y el counsellor José Carlos Bermejo.
Este último define el counselling como “Una relación de ayuda mediante la cual una persona preparada acompaña a otra que se encuentra en alguna forma de crisis o encrucijada de la vida”
Yo soy coach, me formé como tal y coaching es lo que hago así que en ese sentido no tengo nada que añadir a la definición que este hombre hace sobre la disciplina que conoce pero, honestamente, me reconozco perfectamente en ella. Es más, podría hacerla mía y desde luego si la hubiese leído fuera de este contexto, sin saber de quien venía o a qué hacía referencia hubiese jurado que eso es lo que hacemos los coaches, al menos los profesionales que nos dedicamos al ámbito del life coaching.
La persona que acude a un life coach lo hace por diversos motivos, pero lo que es seguro es que de una forma más o menos evidente la mayoría, casi todos, acuden movidos por la necesidad de salir del atolladero en el que se encuentran.
Normalmente están atascados, con la sensación de que son incapaces de tomar una decisión. En la mayoría de los casos, acuden con mucha carga emocional no gestionada, con muchas dudas sobre lo que quieren y mucha ansiedad ante la incertidumbre que les paraliza. Saben que necesitan cambiar pero no saben el qué o hacia donde. Incluso, en muchas de las ocasiones, el objetivo que dicen querer trabajar esconde otros anhelos, otros deseos, acaba siendo otro distinto.
Guirado dice que una de las diferencias fundamentales es que para iniciar un proceso de coaching es “necesario tener un objetivo de partida” Y luego continúa que ella misma acudió a una conferencia en la que un coach se lamentaba y decía que “ya estaba harto de gente que acudía a él en pleno caos y no con un objetivo claro” Desde luego que no voy a poner en duda lo que Rosa Guirado haya visto y escuchado pero ¡por dios! si es así, que alguien detenga a ese coach que va dando conferencias diciendo que un coach sólo trabaja con personas que tienen objetivos claros y definidos.
Porque no hay nada más alejado de la realidad. Si todo el mundo tuviese claro hacia donde tirar y ninguna sombra de duda sabotease ese hecho, nadie contrataría a un coach, tampoco a un counsellor. Sería el mundo de los deseos individuales cumplidos y todos sabemos que ese mundo aún no existe. Tengo la esperanza en que algún día sí, pero no hoy.
Así que ante semejante barbaridad salida de la boca de un coach Rosa Guirado continúa y explica «Para mí es lo contrario: si alguien viene con un objetivo claro, le voy a acompañar a explorar si realmente es eso lo que quiere o sólo es la punta del iceberg de una situación de crisis», señala la ‘counsellor’. El fin es que esa persona «comprenda por sí misma qué le ocurre e identifique cómo ponerle solución con sus recursos».
¡Bingo! Por una vez alguien en un medio de comunicación nacional hace una definición de coaching con la que me siento plenamente identificada. Pero ¡un momento! que no…,que eso según algunos es counselling! ¡Moskis! Que diría Hommer, me siento como ellos…..
No sé si seré una disidente como el barbudo de la sotana gris pero sí sé que lo que en este artículo definen como counselling describe perfectamenta la labor de un coach. Es lo que yo hago, es lo que busco en mis clientes. Es lo que explico que hace un coach a mis alumnos de la Certificación de la Escuela que dirijo.
Guirado comenta que otra de las diferencias está en que el coaching se centra en la acción y el counselling en la reflexión. Lo que olvidó decir es que en un proceso de coaching, se pasa por distintas fases antes de tomar acción. Con el único propósito de hacer reflexionar al coachee para asegurar que la acción a tomar sea la apropiada en ese momento, atendiendo a la realidad del coachee, conforme a sus valores y alineada con el objetivo. Que alguien me explique como hacer eso si no ha habido previa reflexión. Así que si algo hay en un proceso de coaching Sra Guirado, es profunda reflexión.
Y para terminar concluye con que las técnicas usadas en coaching y counselling también difieren y parece querer apuntarse el tanto de que el counselling sienta sus bases en las enseñanzas de Carl Roges quien defiende que una relación empática y de consideración positiva del otro es terapéutica.
Esta afirmación que parece excluir al coaching de toda relación con la sicología humanista me resulta cuanto menos, chocante. En la mayoría de las escuelas de coaching Carl Rogers es referente. Sus lecturas, obligadas.
El coaching se alimenta fundamentalmente de la psicología humanista, la que defiende que el poder está en la persona, que método y experto deben de estar al servicio del ser humano que es quien rige su propio destino. Así pues, el coach no es más que un instrumento al servicio de su cliente. No existe relación de poder por parte del coach. En contra de lo que ocurre por ejemplo, con el Psicoanálisis, que «otorga» el poder al experto, que es quien interpreta, diagnostica y marca el plan de acción.
Así que por favor, si hay algún coach que esté leyendo esto agradecería mucho que compartiese conmigo su opinión. Tal vez yo esté viviendo una sobreinformación y debería alejarme por un tiempo de todo. Tal vez no esté tan equivocada y alguien más comparta mi misma opinión. Tal vez me ayuden a encontrar algún matíz que a mí se me haya pasado por alto y que me haga comprender que efectivamente coaching y counselling difieren tanto. Lo cierto es que en este mismo momento, yo que lo tenía tan meridianamente claro, sufro una crisis de identidad profesional transitoria, ¿soy coach o soy counsellor? ¿Hay tantas diferencias entre una y otra disciplina?
Más que nada porque ya tengo impresas las tarjetas donde pone que soy “coach” porque por otro lado, aquello que me defina me interesa poco.
Lo que a mi me interesa es que mis clientes dejen el proceso mejor de lo que estaban cuando lo comenzaron. Me interesa que se sientan responsables de su propia vida y poderosos. Que sean capaces de tomar sus propias decisiones después de pasarse media vida reaccionando ante lo que les sucedía. Me interesa que sientan que sus vidas son un poco mejores o mucho mejores. Me interesa que consigan lo que persiguen y que aprendan a vivir con sus contradicciones, que sepan aceptar la paradoja, a ser más flexibles y más comprometidos con su bienestar físico, mental y espiritual.
Así que Sr Bermejo, con todos mis respetos, si «aprender ‘counselling’ implica reforzar la competencia emocional, ética, espiritual y cultural para centrarse en la persona ayudada de forma integral, sin fraccionarla» aprender coaching, también.
Por lo visto, coaches y counsellors perseguimos lo mismo, seguro que si. Así que entonces, por favor, no escriban “Si no te funcional el coaching prueba con el counselling” porque lo más probable es que si no te funciona el coaching, no estés preparado para realizar un proceso transformador, lo hagas con quien lo hagas.
Si eres coach, counsellor o has vivido un proceso de coaching, agradecería mucho conocer tu opinión.
Gracias por seguir ahí.
Paula, pedazo de exposición aclaratoria!!. Este artículo al que haces referencia y tu generosísima y elegante respuesta, me han servido hoy para reforzar mi teoría de que antes de decidir en ésta, como en muchas otras materias formativas; hay que estar muy bien informado. A mi me llevó mucho tiempo decidirme dónde quería formarme como coach (no soy una persona nada indecisa), pero llegué a acumular tal cantidad de documentos contradictorios, que me hicieron dudar de tomar la decisión de formarme. Hoy, leyendo tu post, me siento orgullosa de haber optado por ser alumna de la Escuela Europea de Líderes que diriges en Asturias, en la que como sabes (pero me gusta contarlo) entré porque en sólo unas horas de taller y seguramente sin pretenderlo, me transmitiste toda la confianza y profesionalidad que necesitaba ver. Gracias por tu buen hacer.
Gracias Esther! La verdad es que es genial todo lo que has escrito. Poco más puedo añadir salvo que para mi es muy importante alejar la confusión de todo lo que puede haber en relación al mundo del coaching porque creo en ello, lo conozco cada vez más, vivo de ello y siento la responsabilidad de defenderlo por todos las personas que de un modo u otro, como clientes o como alumnos se ponen en mis manos.
Gracias por dejar tu testimonio, gracias por haber confiado. Para mi es un placer tenerte como alumna hoy y futura colega mañana.
Totalmente de acuerdo contigo. Te comparto esto que escribí:
http://instituto.pplcons.com/index.php/coaching/51-coaching-herramienta-de-transformacion-o-charlataneria
Hola Roberto; Muchas gracias por comentar el post y por tu aportación! Muy interesante!
Saludos
No soy la persona más indicada para opinar en este post por razones más que obvias. Quiero ser Coach, pero aún me queda un largo camino por hacer.
Pero si puedo decir que resulta inquietante ver cómo a veces, la mediocridad nos lleva a conformarnos con tan poco. Basta cambiar el nombre para ser original,
¿no? La peor parte nos la llevamos el común de los mortales por la desinformación que obtenemos. Flaco favor para todos, incluidos ellos mismos.
Hola Susana, yo creo que no hay mala intención por parte de nadie, quizás el título quiera crear un poco de bronca, pero la verdad, como autora de artículos, entiendo bien lo difícil de titular algo con gancho, que incite a leer….. A la gente le gusta más la confrontación que el entendimiento. Al final, como digo, lo importante es centrarse en el cliente más allá de la disciplina o el profesional que establezca la relación de ayuda. Pero me siento en la necesidad de hacer aclaraciones cuando creo que se está si no deliberadamente, sí negligentemente confundiendo a los lectores.
Como siempre, gracias por tu testimonio.
Hola Paula, soy coach y comparto tu opinión, y especialmente la frase en la que señalas que «si no te funciona el Coaching» probablemente no estés preparado-a para sumergirte en un proceso de análisis y cambio. Es tal cual, las personas que tienen «resistencias» o no están dispuestas a evolucionar, no pueden adquirir el compromiso y la responsabilidad necesarios, pero esto no es por causa del coach, hay que distinguir donde empieza y donde termina el compromiso de cada cual.
Un abrazo!
Si, Carolina aunque más allá del compromiso del coachee también hay que apelar a la buena praxis del coach, supongo que también te refieres a esto. Lo cierto es que no creo que se trate como quieren hacer ver en el artículo que quizás el counselling llegue un paso más allá que el coaching, más bien entiendo que tratará de llegar por lugares distintos, con lo cual como dices, si no funciona uno, seguramente el otro tampoco. De todos modos, gracias a todos los comentarios y aportaciones que estáis haciendo sobre este artículo, cada vez tengo más información y eso resulta de gran ayuda.
Muchas gracias por dejar tu comentario.
Saludos
Buenas Paula¿ es posible que aclaremos dudas comparando contenidos en la formación? Eso es lo que yo hice cuando hace un año una compañera de la universidad cuando estaba finalizando el Grado en Trabajo Social me dijo que para una Trabajadora Social encajaba mejor el counseling que el coaching. La diferencia que yo ví principalmente es que lo enfocan como terapia con todo lo que eso significa y le aplican los modelos de intervención que estudiamos en la universidad: gestalt , intervención psicodinámica, modelo transaccional..etc
Lo que me indica es que no es cuestión de diferencia de nombre sino de enfoque y desde luego es diferente la situación de partida de un cliente ya que en counseling parece que éste solicita un/una terapeuta y no un/una facilitador/a y desde luego al igual que en coaching pueden decirnos mil definiciones distintas aunque la realidad roza la del coaching.
Personalmente para estudiar los modelos de intervención y las herramientas de éstos ya estudio el Grado en Trabajo Social, si yo me formé en Coaching personal o emocional ,como bien dices, es para tener un valor añadido,para tener mayor perspectiva y más conocimientos y ser la mejor versión de mí misma como profesional y como persona día a día, sin necesidad de diferenciar si tengo o no título universitario porque eso «da caché»
Marian, ayer, un amigo coach me decía que tiene una amiga también coach que se llama pongamos, Marta y ella dice que hace «Marting», es decir, todo su conocimiento, todas las herramientas que maneja ha estudiado y conoce, todo su bagaje personal y profesional al servicio de sus clientes. Y creo que eso es lo que debe primar, que las personas que trabajamos en el desarrollo de otros no olvidemos el nuestro, no olvidemos seguir formándonos, seguir leyendo, estudiando y probando herramientas distintas de modo que cada intervención sea mejor a la anterior. Y sobre todo no dejemos de hacernos preguntas a nosotros mismos. Muchas gracias por comentar este post, y a seguir adelante con tu coaching y tu amor por él.
Un abrazo
Muchas felicidades por tu maravillosa exposición. Considero que lo has dejado bien clarito y sigue adelante con tu trabajo y tus tarjetas. Tu amigo y Life coach.
Un abrazo.
Pues aquí sigo, sí, con mis tarjetas…. Gracias por dejar tu comentario en mi blog. Un abrazo y hasta pronto.
Paula
Hola Paula, yo soy Counsellor. Muchas veces me preguntan cuál es la diferencia entre coaching y counselling, siempre respondo lo mismo: «Yo no tengo formación en coaching, por lo tanto no puedo decirte diferencias entre ambos, lo que si puedo es hablarte de lo que yo hago y cómo lo hago. A partir de ahí, puedes elegir lo que más se adapte a lo que estés buscando».
No creo que el counselling sea una moda, creo que es una forma de acompañamiento, con sus técnicas, sus recursos, sus principios… Y que seguramente, en muchos casos existan coincidencias y en otras muchas, no. Si como bien dices, el coaching surge del movimiento humanista, genial !! porque el counselling también surge de ese mismo movimiento. Entonces, me hago una reflexión, ¿funcionaríamos mejor si establecemos puntos de integración en lugar de diferenciación? ¿era esa integración el objetivo para movimiento humanista?
Si te apetece, podemos charlar un día y te cuento más extensamente cómo trabajamos y qué es lo que hacemos los counsellors. Al igual que expones que se debería haber pedido opinión a algún coach en el artículo (en lo que estoy totalmente de acuerdo), tampoco me gustaría que todos los counsellors nos viésemos representados por una única opinión.
Gracias por dar la oportunidad de responder e intercambiar.
Un abrazo.
Hola Susana, antes de nada, muchas gracias por dejar tu testimonio y ofrecer tu punto de vista. Estoy de acuerdo que lo interesante sería buscar qué nos une y sumar conocimientos que buscar las diferencias, pero ya sabes, en este país las cosas «broncas» venden mejor, blanco o negro, de izquierdas o de derechas, cine español o cine americano….. y así nos va. Encantada de conocer tu punto de vista, no sé si vives en Asturias, si fuese posible estaría encantada de conocerte.
Un abrazo y gracias por leer mi post.